
Mi nombre estará ligado a mi criatura Celestina hasta el fin de los tiempos. Aunque no tenía intención de ser su padre, en el momento en que la vida me la puso entre mis manos, la adopté, la crié... y la maté (aunque los lectores como vosotros aún la sigáis manteniendo viva).
El misterio siempre me ha rodeado y, por ello, muchos curiosos interesados en la literatura han osado entrar en mi pasado y han revelado algunos de mis secretos. Ahora os toca a vosotros profanarme y descubrir algunos datos de mi persona.
Os recuerdo que debéis escribir un comentario durante esta semana, respondiendo a una nueva pregunta (no vale repetir). No es necesario que sigáis el orden estricto, pero todas las cuestiones deben tener una respuesta. La última es para los más rezagados o más valientes.
¡Suerte!
1. Nacimiento y muerte.
2. Padres.
3. Esposa y suegros.
4. Hijos.
5. Estudios.
6. Trabajos.
7. Cargos públicos.
8. Lugares en los que viví.
9. Religión (explicación amplia).
10. Descripción física.
11. Edad en la que escribí
La Celestina.
12. Bibliografía.
13. Autor y novela en la que soy protagonista, ganadora de un premio de la capital maña en 2009.
14. Encuentra mi nombre en estos versos que aparecieron a partir de la segunda edición de
La Celestina y escribe cómo se llama este recurso.
El silencio escuda e suele encubrir
La falta de ingenio e torpeza de lenguas;
Blasón que es contrario, publica sus menguas
A quien mucho habla sin mucho sentir.
Como hormiga que dexa de yr,
Holgando por tierra, con la prouisión:
Jactose con alas de su perdición:
Lleuáronla en alto, no sabe dónde yr.
El ayre gozando ageno y estraño,
Rapina es ya hecha de aues que buelan
Fuertes más que ella, por ceuo la llieuan:
En las nueuas alas estaua su daño.
Razón es que aplique a mi pluma este engaño,
No despreciando a los que me arguyen
Assí, que a mí mismo mis alas destruyen,
Nublosas e flacas, nascidas de ogaño.
Donde ésta gozar pensaba volando,
O yo aquí escribiendo cobrar más honor,
De lo uno y lo otro nació disfavor:
Ella es comida y a mí están cortando
Reproches, revistas e tachas. Callando
Obstara los daños de envidia e murmuros;
Y así navegando, los puertos seguros
Atrás quedan todos ya, cuanto más ando.
Si bien discernís mi limpio motivo,[…]15. Imítame con las letras de tu nombre.